Entre las curiosidades que se pueden ver en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo está el proyecto ARTE INVISIBLE, de la Cooperación Española. En él se exhiben por primera vez obras de artistas indígenas latinoamericanos de la etnias Aché, Nivaklé y Guaraní.
El conjunto de obras expuestas pertenecen al Museo de Arte Indígena del Centro de Artes Visuales del Paraguay, y junto con obras de Etiopía y Cabo Verde, completan el espacio dedicado a artistas indígenas.
Entre los artistas que se pueden ver en la muestra están los trabajos de:
Luis Tatugi (indígena aché, nacido en 1967 en la zona del Alto Paraná). Aprendió el oficio de tallar y pirograbar madera de un artesano que vivía en su misma comunidad. Desde entonces, hace de esta tarea una de sus actividades principales, al lado de los trabajos de jornalero, pequeño agricultor y cazador recolector. El tallado en madera configura uno de los casos más interesantes de reaparición de nuevas pautas estéticas que, conectados con la sensibilidad colectiva y nutrida de la memoria comunitaria, logran reactivar los imaginarios indígenas y proyectarlos hacia nuevas formas de expresión y sobrevivencia. El trabajo de Tatugi se destaca por un manejo altamente calificado de la confección técnica y el valor expresivo de sus obras que deben ser consideradas como genuinas obras de arte.
Ausque Eurides Gómez (indígena nivaklé, nacido en Filadelfia, Chaco Paraguayo). Sus dibujos están influenciados por los relatos de su abuelo Toya’a, un gran shamán, que le indujo a no olvidar las tradiciones de su pueblo. Aprendió a dibujar con su padrastro, Jorge Carema. “Dibujo acerca de cómo vivieron nuestros antepasados y también de cómo vivimos hoy en Cayin o Clim. Dibujar me da ánimo”, dice. Para la cosmovisión nivaklé existe una fuerte unidad entre el presente y el pasado, por lo tanto sus dibujos no representan acontecimientos vinculados de manera secuencial, sino sucesos que cruzan temporalidades diversas: las figuras de la memoria coexisten en el mismo plano con imágenes de hechos ocurridos actualmente.
Osvaldo Pitoe (indígena guaraní, nacido en 1963 en Pedro P. Peña, Gran Chaco del Paraguay). Como dibujante es autodidacta. En 1998 ganó un concurso promovido por el Proyecto “Artesanía Indígena”, y desde entonces se dedica a este medio, utilizando bolígrafos de tinta negra sobre papel blanco. “Dibujando no me quedo aburrido, dibujando pienso mucho y recuerdo mi niñez al lado del río. Con eso puedo mantener a mi familia. Y además, me encanta”, dice.
Jorge Carema (indígena guaraní, nació en 1966 en Pedro P. Peña, Chaco Paraguayo). Aprendió el dibujo en forma autodidacta. “No podemos olvidar nuestra historia y nuestra cultura” dice, a pesar de que las técnicas de su expresión constituyen innovaciones transculturales recientes. Sus dibujos representan cosmovisiones, experiencias comunitarias e historias hasta ahora no escritas por los propios indígenas, de modo que constituyen no sólo piezas de indudable valor estético, sino testimonios de una cultura que tuvo que readaptar su producción de imágenes a los desafíos de la modernización.
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