viernes, 14 de marzo de 2008

HIGH SCHOOL, ¿AÚN NO LO HAS VISTO?

JUAN LUIS ETXEBERRÍA

SAN SEBASTIÁN. DV. Con todo el taquillaje vendido -lo que ha obligado a organizar una sesión extra para el próximo lunes- aterrizaba anoche en Donostia High School Musical, el espectáculo teatral que tanto éxito tiene por los teatros del mundo.
Uno no sabe qué criterio elegir a la hora de valorar, criticar o analizar un espectáculo de dos horas y media dirigido a un espectro de edad tan alejado del personal. Porque el show que estos días se representa en el Victoria Eugenia donostiarra está pensado para espectadores de entre 6 y 14 años. Niños o adolescentes que, acompañados de sus padres en muchos casos, poblaban hasta límites de Txiki-Park todas las butacas del elegante teatro donostiarra.
Gentes que han caído rendidas a las anteriores (y exitosas) versiones audiovisuales de este producto Disney: Dos películas, un DVD, el correspondiente CD con la banda sonora original. No debe extrañar por ello que el musical agotara taquillaje con relativa rapidez, sobre todo cuando el espectáculo teatral es, según anunciaron los organizadores, muy similar a la película.
Espectadores cuando menos pudientes, porque la zona de butacas alcanza los 45 euros mientras que la zona más elevada presenta precios algo más asequibles. Ninguno de ellos, menores o adultos, habrá puesto dificultades a la capacidad de comprensión de la obra.
La historia contada es habitual de telefilmes y teleseries norteamericanas, y muestra a una pareja de adolescentes que en las vacaciones de Navidad se conocen en un Karaoke y coinciden más adelante en el instituto donde cursan sus estudios.
Allí, entre decisivos partidos de baloncesto escolar, nombres anglófilos y clones de Michael J. Fox a los que un niqui a rayas y el pelo tipo casco buscan rejuvenecer a marchas forzadas, la pareja protagonista luchará contra los clasismos y estereotipos e intentará reivindicar su derecho a cantar y a ser feliz haciendo lo que realmente se desea. Siguiendo la estela de obras como Romeo y Julieta o Grease, y con multitud de frases buenrollistas y de sencilla comprensión, del tipo de «lucha por ser tu mismo», «escucha tu corazón», «cualquier cosa es posible» o «el límite es tu imaginación».
¿Y cual es la mejor manera de reivindicar el amor por las melodías vocales? Pues ejerciendo tu derecho al canturreo a las primeras de cambio. High School Musical sabe mantener la atención de los pequeños con constantes canciones que muchos de ellos ya conocen y una rápida escenografía. Las escenas no llegan a los diez minutos, y los más de treinta actores que componen la compañía construyen unos retratos populosos, dinámicos y especialmente centrados en la voz frente al movimiento. Voces que se apoyan en las ejecuciones de nueve músicos situados en la Sala Club del Victoria Eugenia.
Quienes no se acaben de fiar de que la música sea en vivo, los organizadores han dispuesto una televisión junto a la mesa de sonido para poder ver a los intérpretes de las tonadas de pop ligero y baladí del espectáculo. Por cierto, que se pudo ver a Nacho Cano entre el respetable. ¿Irá el antiguo miembro de Mecano a integrarse en la compañía? n

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