jueves, 21 de febrero de 2008

LOS MEJORES DISCOS DE 2007

Sobrevivimos al 2007 con buenos discos, regulares, malos, y cosas que honestamente deseamos no haber escuchado. Esta es nuestra humilde recopilación de aquellas propuestas musicales que sobresalieron en este año que ya es historia. Y esperemos que el 2008 nos vaya aún mejor en cuanto a música se refiere. Por lo pronto, estos son los mejores discos del 2007 según Anodis.com:

Propuestas latinas

El extraño viaje, Fangoria.- Alaska y Nacho presentaron su producción donde se acercaron más a lo bailable sin dejar los ritmos y estilos que ya les conocemos y el resultado fue un disco que, a la fecha, seguimos escuchando y no nos deja de gustar. Por estas fechas saldrá una edición especial que contiene colaboraciones que hicieron con Julieta Venegas y Miranda!, así como memorabilia de colección, así que, aunque ya tengas este disco, ponte buzo cuando salga esta caja porque seguro van a volar.

Todo cambió, Camila.- Si bien este disco es del 2006, fue en este año cuando Mario, Samo y Pablo se consolidaron como una de las propuestas románticas más interesantes y honestas del momento. Todos hemos cantado alguna de sus canciones, ya sea “Abrázame”, “Coleccionista de canciones” hasta “Todo cambió”. Un disco que significa un parteaguas para los grupos románticos, sobre todo ahora que Sin Bandera (una de sus principales influencias) está en su gira del adiós. En estos meses ha salido una edición especial donde se incluyen versiones acústicas hasta el sencillo “Solo para ti”, que también resultó todo un éxito. De sacar discos como este, Camila podrá dar pasos agigantados hacia la inmortalidad.

Bengala, Bengala.- Con un disco producido por Paco Ayala de Molotov y Emmanuel del Real de Café Tacuba, más un estilo que a pesar de lo clásico suena fresco y consistente, esta banda se dio a conocer. Se trata de un rock sencillo pero no simple, que muestra madurez y calidad. Aunque es muy prematuro decirlo, podemos decir que esta banda será una de las piezas clave en el futuro del rock mexicano. Esperamos tenga continuidad y éxito, pues honestamente se lo merecen.

Viento a favor, Alejandro Fernández.- Con su principal elemento, que es la voz, el menor de los Fernández creo el mejor disco de su carrera como baladista desde Me estoy enamorando (1997). Con él realmente no hacen falta más explicaciones, ya que es un hombre que realmente sabe lo que quiere, y sorprende ya sea con balada, ranchero o hasta ópera. “Te voy a perder” se convirtió en una de las canciones más lloradas del 2007 y va por muy buen camino gracias a “No se me hace fácil”. Un gran disco para un gran cantante.

El Cartel: The Big Boss, Daddy Yankee.- A él se le debe básicamente la masificación del reggaetón, sin embargo, y debido a toda una generación (espontánea) de propuestas del mismo género, tuvo que reinventar su estilo, al grado de que dejó todo el asunto de insultar cuerpos femeninos para hablar del barrio, el amor y cosas más cotidianas, con un elenco de primera, que va desde Akon y Fergie hasta Eminem, Daddy Yankee se perfila una vez más como el patriarca del reggaetón.

Sino, Café Tacuba.- Lo interesante de esta banda sateluca por derecho propio es que nunca han presentado dos discos iguales, y esta producción no es la excepción. Si bien su sonido ya no presenta su sonido mexicanísimo, lo sustituyeron con música digerible, pero con complejidad, que ha sido la constante de toda su carrera. Café Tacuba volvió a saltar el charco, mantener su coherencia y hacer vibrar a sus admiradores, lo que deja como interrogante cómo madurarán para su próximo disco.

A marte, Pastilla.- Oscilando entre el mainstream y el underground, esta banda lanza un disco que nos remonta a sus inicios, cuando el género no era tan conocido. Ahora, si bien sus letras no son tan profundas como en ese entonces, y aprovechando el boom que tiene el estilo, presentan una producción orgánica, donde las canciones son importantes en su conjunto, con el amor como bandera, redondeando el regreso de una gran propuesta. Si no lo has escuchado, ¿qué esperas?

Hoy, Axel.- Romántico, tierno, tranquilo. Así se puede definir el sonido que presentó este argentino y que funcionó muy bien. La verdad, qué lástima que en México no se haya sabido explotar del todo esta producción, que si bien engrosa la lista del ya saturado mercado de baladistas, también cuenta con elementos distintivos que redondean lo mostrado en este disco. Un 10 con estrellita para este chico todo corazón, romanticismo y talento.

Canciones de hotel, Playa Limbo.- Aunque con muchas reminiscencias a las primeras canciones de Belanova, pero sin llegar a ser una copia, estos tapatíos lograron un disco debut orgánico, donde ninguna de las canciones es descartable. Un sonido muy elaborado, una voz muy expresiva, agradable y canciones que cumplen con su cometido. Este grupo fue una verdadera sorpresa para los que buscan pop fino de calidad y aseguramos que no será un grupo de un solo disco.

Memorias del corazón, Edith Márquez.- Para muchos (un servidor incluido) Edith es la mejor voz femenina que haya salido de Timbiriche, y su nuevo disco viene a reafirmar. En un género donde se reafirmó como una exponente elegante y si bien el álbum está conformado por nuevas versiones de temas clásicos, su presencia basta para llenar un escenario y su voz es suficiente para plasmar nuevos sentimientos y hacer que la piel se enchine. Más mérito tiene si se considera que la radio no es muy afecta a tocarla, un logro excepcional en estos tiempos.

La vida... es un ratico, Juanes.- Sin duda, uno de los regresos más esperados del año. Si bien su estilo no sufrió modificación alguna, Juanes es de esos compositores que sabe muy bien crear canciones para pensar, reflexionar, reír, llorar y amar y de paso ponerlas en lo más alto de los charts. El track list es el mejor ejemplo de ello, basta escuchar “Me enamora”, “La vida es un ratico”, “Gotas de agua dulce”, “Minas piedras” o “Bandera de manos” para convencerse.

Atemahawke, Porter.- Una palabra resume todo lo que se puede decir de esta producción: genialidad. Esta banda jalisciense supo lo que quería, lo plasmó en música y el resultado fueron grandes canciones como “Cuervos”, “Vaquero galáctico” y “Host of a ghost”. Una clara muestra de que el rock mexicano está en evolución y que no está muerto, simplemente está en vísperas de una sorprendente resurrección, misma de la que Porter puede ser una pieza clave.

María José, María José.- En otros medios este disco ha tenido calificaciones muy bajas, pero tal vez no esperaban que la chica con mejor voz de los Kabah hiciera un disco así. Completamente bailable, con ritmos cadenciosos y melodías precisas, María José entregó un disco que la separa completamente de lo que hacía con su ex grupo, además agreguémosle la colaboración de Plastilina Mosh (que no lo hacen con cualquiera). En pocas palabras, un disco al que muchos no quieren darle el reconocimiento que merece, porque cuesta trabajo admitir que el pop puede tener onda, como en este caso.

Reina, Kinky.- Estos regios siguen sorprendiendo donde quiera que se presentan, y es que este, su tercer álbum, viene a reafirmar el gran momento por el que están atravesando. Otro disco viejito que el año pasado revivió a la banda tras un escándalo legal que les hubiese costado hasta su desintegración. Musicalmente, sigue la línea característica de la banda: rock, electrónico, bailable, con acordeón agregado, es decir, volvieron a jugar al alquimista y volvieron a ganar. En edición normal o especial con DVD, igual de bueno.

Agárrese, Montez de Durango.- El mejor disco grupero del año para Anodis.com. Las razones son las siguientes: buena conjunción de voz, música y talento; canciones dignas de estar en cualquier fiesta y sobre todo, NADA de cóvers, algo casi inherente al pasito duranguense. Todos lloramos con “Lágrimas del corazón” o nos escandalizamos con “La piojosa”, pero todos lo hemos bailado alguna vez; y como lo dijimos en su momento, se volverá un parteaguas para la banda y tal vez para el mismo género.

Te quiero, Nigga.- Quizá para los más ortodoxos, Nigga no tendría que estar en este conteo, sin embargo, este panameño encantó a todos los fans del reggaetón con un disco donde las groserías e improperios propios del género simplemente no tuvieron cabida. Además, no muchos artistas se abren paso primero desde la independencia para después saltar al mainstream y crear un verdadero furor. Más que un fenómeno, Nigga va a ser la tabla de salvación del reggaetón por la forma diferente de tratar el género, algo más que loable.

Fontana Bella, Austin TV.- Independiente, experimental, grandioso, se puede calificar de muchas cosas a este disco, que sigue con la tónica de la banda de no utilizar (casi) nada comercial, y sin embargo, crear canciones interesantes para sus admiradores. Su sonido sigue refinándose y aún así, la banda sigue manteniéndose coherente consigo misma. No por nada, se fijaron en esta banda (así como Porter y Café Tacuba) para presentarse en Coachella, uno de los festivales más importantes del género en el mundo.

Turistas en el paraíso, Inmigrantes.- Otro disco debut que sin embargo, es un gran refresco para el género. Pablo y Carlos, gemelos de nacimiento y cómplices en esta aventura, crearon una producción con letras sencillas y música divertida, pero con gran calidad, reflejada en canciones como “Toma 1”, “Chica de ayer” y los sencillos “graffiti” y “Golpe de suerte”. Otra clara muestra del gran momento por el que está pasando el pop rock argentino, del cual Inmigrantes podría ser gran parte si sigue con este esquema musical.

Insomniac, Enrique Iglesias.- Enrique regresó por sus fueros y logró una producción interesante, ya que fue considerada como un gran regreso, sobre todo después de varios años de no grabar nada. Si bien su estilo no ha cambiado, también quedó manifestado que no le hace falta, al menos por el momento, pues las baladas siguen siendo sentidas y las canciones rítmicas conservan su sello. ¿O acaso sabes de alguien que no haya suspirado con “Alguien soy yo”, “Dímelo” o sus equivalentes en inglés?

Esta es mi vida, Jesse & Joy.- Tal vez lanzar “Espacio sideral” como punta de lanza promocional fue una idea no muy buena, sobre todo por lo viajado de la letra, pero el disco guarda sentimientos agridulces que son muy bien acompañados con las guitarras de Jesse y la voz de Joy, que navegan entre la alegría, la determinación y la decepción. Otro debut que dignifica la tan desolada escena popera nacional, que deja de manifiesto que en México aún existe talento.

Propuestas internacionales

Life in cartoon motion, Mika.- Suele suceder que cuando llegan a México artistas que son un fenómeno en otros países, aquí es mínima la promoción que se les da. Algo así tuvo que pasar este chico libanés-inglés, que sin embargo, supo ganarse a sus admiradores con un estilo fresco, colorido y desinhibido, algo que aprendió de sus principales influencias (Mercury, Elton, Rufus, Scissor Sisters). Una diversificación de temas, colores, falsetes y sentimiento en un disco para bailar y sentirte feliz. Lástima que en México aún no despega, pero es cosa de que lo sigan descubriendo, sólo así se darán cuenta de la verdadera calidad de Mika, misma que le permitió crear esta auténtica joya auditiva.

Neon Bible, The Arcade Fire.- ¿Y qué podemos decir de esta banda de canadienses que se salvaron del temido síndrome del segundo disco (es decir, que no es tan exitoso como el primero)? Más bien, The Arcade Fire ya es una banda consagrada, y este disco lo demuestra, aunque con más furia que el primero. Canciones torturadas, pero que siempre dejan para pensar, como “Intervention” y “No cars go”, que dejan claro que es una de las mejores bandas del momento. No por nada U2 utilizaba “Wake up” de esta banda para comenzar sus conciertos durante su más reciente gira.

Good girl gone bad, Rihanna.- Para muchos, Rihanna es la artista internacional del 2007, y con justa razón. Digamos que supo estar en el lugar y momento indicados para demostrar su valía. Y lo logró con este disco, el tercero en su cuenta, que demuestra una madurez en todos los sentidos. Con colaboraciones de primera (Jay-Z, Justin Timberlake, Ne-Yo, Timbaland, etc.), arrojó una cantidad considerable de sencillos: “Umbrella” (para muchos la canción del año), “Shut up and drive”, “Hate that I love you” y recientemente “Don’t stop the music”. Esto, más su voz, que suena más honesta que nunca, le auguró un lugar exclusivo en esta lista.

Volta, Björk.- Un año redondo tuvo nuestra islandesa favorita en su regreso a la música. Por principio de cuentas, el disco siguió con la muestra de talento ilimitado que ofrece desde el inicio de su ya larga trayectoria, aún cuando para este álbum suena más accesible. Con sencillos característicos de la cantante como “Earth intruders”, “Innocence” y ahora con “Declare independence”, que junto con sus videos, hacen que la Björk que todos conocemos siga presente. Todo esto lo redondeó con su primera visita a México, concretamente en Jalisco, donde se entregó a placer a sus fans. Un disco donde Björk no decepciona, al contrario, se manifiesta lista para pasar al siguiente nivel.

Because of the times, Kings of Leon.- Si alguien sabe de altibajos en este negocio, es esta banda, que tuvo un debut espectacular, un segundo disco no tan afortunado y en este, regresaron a sus épocas de gloria cual ave fénix. Un disco orgánico que los regresó a los reflectores con lo mejor que saben hacer, música agresiva en ocasiones y tranquila en otras tantas, más una voz y una energía poco comunes. Un gran regreso para una de las mejores bandas de esta década.

The sweet escape, Gwen Stefani.- Nuestra Gwen no nos decepcionó. Volvió a demostrarnos porqué es la mejor cantante femenina del anglo hoy en día. Su experiencia con No Doubt y con su debut solista Love, Angel, Music, Baby (2005) quedó plasmada, pero no sólo se quedó en eso, sino que buscó cosas nuevas dando como resultado un disco orgánico, donde lo mismo se escuchan canciones para bailar (“Wind it up”), para seducir los oídos (“The sweet escape”) que para llorar (“Early winter”, “4 in the morning”). Y de paso, nos confirmó que ella es la reina actual del pop femenino.

Our love to admire, Interpol.- Primer trabajo del grupo para una transnacional. El resultado fue que, aunque está muy bien respaldado, Paul Banks y compañía siguen demostrando un buen nivel en cuanto a música, composición y actitud, propia de una banda con mucha trayectoria, aunque ellos no tienen ni una década en el negocio. Los fans del género pudieron deleitarse con “The Heinrich maneauver”, “Mammoth” y “No I in threesome”, y lo mejor es que tiene todavía cuerda para rato.

Rhythms del mundo: Cuba, Buenavista Social Club.- Tampoco podría faltar en este conteo este disco, que se concibió como un experimento sonoro y terminó siendo una clara demostración de la fusión que siempre será factor importante en la creación de nuevos sonidos. Así, gente como U2, Dido, Kaiser Chiefs, Arctic Monkeys, Franz Ferdinand y hasta los mismísimos Ibrahim Ferrer y Omara Portuondo nos llevan en un viaje por los sonidos del trópico entregándonos versiones originales y sin igual.

One chance, Paul Potts.- Si te gusta la ópera, este es un disco que no te debes perder, a cargo de un hombre inglés que está viviendo un verdadero sueño. Clásicos del género interpretados por una voz privilegiada, sin igual. Si bien se perdió una estrella con la muerte de Luciano Pavarotti, Paul Potts podría significar el nacimiento de otra, de hecho, ya lo compararon con el italiano, aunque tampoco es para tanto. El chiste es que Potts tiene al mundo de cabeza gracias a su talento y su carisma reflejado en este disco, que sería un pecado no escucharlo.

Magic, Bruce Springsteen.- A la vieja usanza de discos clásicos en su historia como Born to run (1975) y Born in the USA (1984), Bruce otra vez deleita a sus admiradores. Este disco podría ser considerado como una antítesis de los antes mencionados, al ser crítico con un momento importante en la historia del mundo como la guerra en Irak. El título del disco hace honor a lo que Springsteen transmite en cada producción: magia; es un viejo lobo de mar que sigue sorprendiendo y lo hará, mientras realice discos como este.

The dutchess, Fergie.- Stacy Ferguson, verdadero nombre de la sexy integrante de Black Eyed Peas, puso este disco a consideración del público y resultó uno de los más elogiados. Al igual que Gwen, también plasmó ritmos y experiencia, sólo que Fergie arrojó más sensualidad y diversión al asunto (“Fergalicious”, “London Bridge”), aunque también se mostró sensible y vulnerable (“Voodoo Doll”, “Big girls don’t cry”). Un buen disco, ahora, hay que ver cómo influye en el regreso de Fergie con los BEP.

Writers’ block, Peter, Bjorn & John.- Este trío de grandes músicos nos vino a mostrar que Suecia (su tierra natal) no solamente es semillero de estrellas pop como ABBA y Roxette, sino que se pueden adaptar a las corrientes musicales que surgen en todo el planeta. Este disco arrojó uno de los sencillos más inolvidables del 2007, “Young folks” (sobre todo por el silbidito), pero al mismo tiempo, también fue una banda que se mantiene coherente con su propuesta y el resultado salta a la vista.

† (Cross) , Justice.- Justice escribió un nuevo capítulo glorioso para la música electrónica francesa, y aunque fueron acusados de copiarle a Daft Punk, aquí demostraron no sólo que no son copia de nadie, sino que son capaces hasta de crear un nuevo sonido, que lo mismo puede hacer bailar que escucharlo con toda la tranquilidad del mundo. Además, mostraron una gran creatividad y sentido de innovación visualmente con “D.A.N.C.E.”, su gran sencillo.

Favorite worst nightmare, Arctic Monkeys.- La mejor nueva banda del 2006 según la crítica especializada tenía una tarea difícil cuando decidió sacar su segunda producción, y no solamente salió avante, sino que supieron colocar el álbum a la altura de su debut, aunque sin tanto guitarrazo. Canciones diversas como “Balaclava”, “Brainstorm” y “Fluorescent Adolescent” dan cuenta de lo anterior y consigue que los Arctic alcen la mano para competir por la banda más grande del género, que podrían conseguir de manera apabullante si siguen por este camino.

Memory almost full, Paul McCartney.- Tras la polémica que surgió al abandonar su disquera de toda la vida, Paul presenta este disco donde vuelve a mostrar el porqué de su longevidad. Si bien utiliza todas las influencias que han marcado su carrera, aquí muestra algo completamente distinto a lo que se le ha escuchado. El ex Beatle ya tiene un muy buen tiempo en el negocio, pero su música sigue tan fresca como cuando decidió producir música por su cuenta. Un disco indispensable para todo aquel que se considere fan de McCartney o del famoso grupo de Liverpool.

Mes courants electriques, Alizeé.- Gracias a este disco, nuestra Lolita francesa se consagró a la inmortalidad, y es que no hubo parte del planeta en donde no sonara “J’en ai marre” su contagioso sencillo. Si bien este disco es del 2003 (ya saben cómo se las gastan los gángsters del negocio), es ahora cuando ya es mundialmente famosa, pero al mismo tiempo conserva los pies en la tierra. Alizée ya presentó disco nuevo (espera su reseña en febrero), pero Mes courants electriques definitivamente es un parteaguas en su carrera.

Back to black, Amy Winehouse.- Otra que estuvo mucho tiempo en los tabloides más por sus escándalos que por su música es Amy, y aún así, nadie discute la calidad que le imprimió, acercándola a los terrenos del big band y el jazz con la sutil cadencia del R&B, y si a eso le añadimos una voz completamente diferente a las acostumbradas, tenemos un disco que brilló por su honestidad en todos los sentidos. Aquí pegó mucho aunque en México todavía no estamos muy familiarizados con el género, lo cual en sí es un logro.

Release the stars, Rufus Wainwright.- Con Rufus no podíamos esperar algo menos artístico, y es que es un disco que, si bien no tiene un sonido sencillo, es completamente disfrutable (se oye mejor en las noches), pero para los fans, es un deleite. Rufus sigue coherente con su propuesta, y lo mismo puede hacer llorar que enamorar. Estamos ante otro disco que se convirtió en un antes y después de su carrera, pues todo parece indicar que es el último (ojalá no sea así). Indispensable para todo aquel que se precie de admirar a uno de los pocos artistas gay más exitosos de la historia.

Dignity, Hilary Duff.- Lo relevante de Hilary Duff es que no siguió los pasos trágicos de la fama (los que siguieron ya saben quiénes), sino que hizo su trabajo y ahora ya está viendo frutos, pues la calidad desbordada en este álbum logró que la nombraran como la nueva princesa del pop. Hilary se muestra más honesta y demuestra un talento para poder presentar una nueva propuesta dentro del pop. La prueba fueron los dos sencillos que han salido hasta el momento, “Stranger” y sobre todo “With love”. Hilary ya tiene su carrera estable, y de seguir así, podrá inmortalizarse más pronto de lo que se imagina.

Myths of the Near future, The Klaxons.- Primer disco de la banda, que utiliza muy bien elementos electrónicos para crear melodías delirantes y nada pretenciosas con el sonido del indie y el resultado es el que para muchos es el mejor disco del año en lengua inglesa. Canciones rudas que pueden pasar hasta por bailables, pero al mismo tiempo enérgicas. Ejemplos: “Atlantis to interpone”, “Magick” y “Two receivers”, aunque todo el disco es memorable, creando un sonido que si bien no es nuevo, sentará un precedente para colocar a esta banda en un lugar privilegiado dentro de la historia de la música.

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