Pro Evolution Soccer, fútbol es fútbol

Fuente: El Mundo.
Obsesionados por agradar a todos, los creadores de Pro Evolution Soccer dedicaron parte de sus esfuerzos de este año de desarrollo a introducir muchas de las mejoras que habían sugerido los usuarios en los últimos meses. El juego responde a eso, a los gustos clásicos del jugador tradicional de 'PES', algo que quizá se convierta, precisamente, en la barrera de acceso para la gran masa de jugadores.
El jugador de Pro Evolution Soccer es, por la evolución de la franquicia, técnico de naturaleza, veloz de pensamiento, táctico en sus planteamientos y estratega a la hora de modificar el comportamiento de sus jugadores en el campo: galácticos del fútbol virtual. PES 2010 permite eso, al detalle.
La de este año es una versión del juego que modifica aspectos muy concretos del juego, pero que resultan clave para el desarrollo del mismo. Es un juego que requiere muchísima más pericia con el regate y el control de los jugadores. Se requerirá esprintar en el momento adecuado y presionar con la intensidad debida para no cometer faltas. Se usa la cruceta si se necesita llevar el balón 'cosido' al pie o la palanca derecha para un juego más relajado.
Si a eso se le une que las más elaboradas animaciones de los jugadores ralentizan el juego y que se ha disminuido algo la rapidez con la que se realizaban las transiciones de balón y que éste se comporta de una forma más realista (adiós a los 'balones-bala' de PES), el juego adquiere un cariz algo más real. Esto se realza con aspecto visual muy trabajado en los que destaca el sistema de iluminaciones.
Con esto, es probable que cualquier aficionado a Pro Evolution Soccer se venga arriba y piense que tiene ante sí el mejor juego de fútbol de los últimos tiempos, pero el juego acumula fallos imperdonables ya sean heredados de una licencia que se tambalea a la hora introducir novedades en la jugabilidad durante los últimos años, o nuevos fallos desencadenados, más bien, por los aciertos de su más directo competidor FIFA.
En cualquier caso, el año pasado ya ocurrió y el resultado en la calle, y hablamos exclusivamente de España, fue de un tremendo varapalo para la franquicia de Electronic Arts, mientras que PES 09 salía a flote de las 'malas notas' de la prensa con cifras de venta estratosféricas (rozando el millón de unidades sólo en España).
Este año ocurre igual. PES 2010 no cuenta con las licencias de todos los equipos, FIFA 10 sí. PES 2010 ha metido con calzador y a última hora un control de 360 grados que FIFA 10 incorpora desde el principio del desarrollo. PES 2010 no tiene las plantillas actualizadas, FIFA 10 sí. Y así un largo etcétera de cosas que FIFA 10 sí aporta al juego y lo hace más completo, frente a un PES 2010 que sólo puede defenderse con lo que tiene.

Un juego para 'chupones'

Desde que la franquicia se llamase International Superstar Soccer, si un jugador cogía la pelota en defensa y corría hacia el marco contrario, era perfectamente posible que terminase regateando a todos los contrarios que saliesen a su paso y que marcase un golazo irrepetible... hasta la jugada siguiente. Ese 'defecto' que hace que PES sea un juego para chupones, continúa en PES 2010. Si se elige al jugador adecuado, Messi, Robinho o Kaká por ejemplo, y se le lanza a la 'aventura' del 'gol del siglo' no tiene por qué no salirle bien, es perfectamente posible. De ahí todo ese intrincado sistema de regates, uso de la cruceta, reticencias con el control de 360 grados, animaciones ultrarrápidas y un juego vertiginoso que exigirá horas de dedicación y esfuerzo para tener dominado.
Conducir el balón 40 o 50 metros no es ningún crimen en PES, quizá tenga que ver en todo esto que los creadores sean japoneses y tengan un ideal del fútbolista-héroe que ya no existe en Europa. De hecho, existen determinados jugadores que parecen estar muy por encima del resto en el juego: Messi, Cristiano Ronaldo, Torres, Cesc o Etoo pertenecen a esa especie.
Como consecuencia directa de este fútbol, PES 2010 exige para sí mismo un arbitraje mucho más duro de lo normal, con muchas expulsiones y tarjetas amarillas, con mucha infracción y, claro, exige una avanzadísima inteligencia artificial en el adversario para poder equilibrar fuerzas. De esa exigencia surgen goles imparables para el jugador (que nunca termina de creerse que no fuese a llegar a esa bola) o un juego de toque para el que no existe presión suficientemente fuerte.
Es evidente que PES 2010 ha evolucionado y ha incluido cambios visiblemente positivos como el que afecta al aspecto visual del juego. Es evidente que Konami lleva tres años en un cruce de caminos del que no ha sabido salir: hacer el juego que quieren los jugadores de PES o hacer el juego para cualquiera que quiera jugar al fútbol. Y, finalmente, es evidente que, de momento, los japoneses siguen teniendo predilección por aquellos que defienden sus colores. Cualquiera que haya jugado a PES encontrará en PES 2010 el clásico juego frenético, divertido... casi imbatible.

El de Wii es el bueno

A todo esto, como si se tratase de otro universo, Konami avanza a pasos de gigante en el fútbol para Wii. Si hace pocos hablábamos del desastre que es la versión Wii de FIFA 10, PES 2010 para la consola de Nintendo es uno de los juegos con el sistema de control más evolucionado del panorama deportivo en videojuegos.
Como en la versión del año pasado, el jugador se encarga tanto de controlar al futbolista que controla la pelota (o que defiende), como al resto de la plantilla con indicaciones como la presión conjunta, el desmarque al lugar que se desee o la trayectoria exacta que se quiere que haga el balón. Una delicia en el multijugador cooperativo (que no incluye opción de hacerlo 'online'). En una suerte de entrenador-jugador, el usuario de Wii tiene una experiencia de fútbol que está más cercana al desarrollo táctico que al puramente técnico de su 'hermana', la versión de nueva generación. Preguntado por la posibilidad de introducir un control similar en consolas como Xbox 360, Seabass, el creador de PES, comentó a este medio que la opción de Natal se tiene en cuenta para el futuro.